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Rjukan: Historia y patrimonio en el corazón de Noruega

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Vamos a descubrirte la historia y patrimonio industrial de Rjukan para que tengas ganas de visitar esta localidad muy cerquita de Telemark. Esta localidad, en la provincia de Telemark, es uno de los lugares más apasionantes de Notodden, Noruega que puedes descubrir si decides Viajar a Noruega?. En este artículo te quiero explicar por qué es conocido este pequeño pueblo y qué ha aportado esta localidad y la cercana Notodden al desarrollo industrial durante buena parte del siglo XX.

Tan destacada es esta contribución que la UNESCO declaró esta región como Sitio de patrimonio industrial de Rjukan – Notodden en el año 2015. A este atractivo industrial se suma otro importante, la lucha continua de sus habitantes para alejarse de la penumbra y la oscuridad que le asolan durante varios meses del año.

Los orígenes de Rjukan, del carbón a la energía hidroeléctrica

Situada en el Valle de Vestfjord, al suroeste de Oslo, Rjukan fue fundada por la compañía Norsk Hydro a principios del siglo XX. Su por entonces máximo responsable, el ingeniero y empresario Sam Eyde, hizo desplazar a ese lugar a los trabajadores de su empresa, que comenzaron a explotar la central hidroeléctrica de Vemork, para producir salitre y fertilizantes mediante el proceso Birkeland-Eyde, desarrollado en 1903.

Vemork, a las afueras de Rjukan, fue durante años la central hidroeléctrica más grande del mundo. Su construcción duró cuatro años, entre 1907 y 1911. Sam Eyde decidió construir las instalaciones de su empresa en esta zona para aprovechar el potencial de generación eléctrica de la cascada de Rjukanfonssen, con una caída de agua de más de 100 metros.

Hasta entonces, la zona se conocía con el nombre de Saaheim y solo contaba con una escasísima población dedicada a la agricultura. Norsk Hydro se dedicaba por entonces a la producción de fertilizantes, pero tal actividad requería de un elevado consumo eléctrico que se obtenía a partir de la central de Vemork.

Durante años, Rjukan fue un lugar muy próspero económicamente, lo que llevó a la construcción de numerosas casas para los trabajadores, fábricas, una estación de tren y un ayuntamiento. Tal fue el éxito y el nivel de crecimiento que en 1920 la región contaba con una población superior a los 8.000 habitantes.

Unos años más tarde, en 1934, Norsk Hydro construyó una planta de hidrógeno junto a la central hidroeléctrica. Y una década después, en la Segunda Guerra Mundial, esta planta fue saboteada por el Movimiento de Resistencia Noruego y bombardeada por los aliados, con el fin de que los nazis no pudieran utilizar las instalaciones para continuar sus investigaciones con la bomba atómica.

Durante décadas, Rjukan y Notodden fueron vanguardia de la industria en Noruega. Sus procesos para producir fertilizante de nitrato de calcio a partir de nitrógeno atmosférico contribuyó a un importante nivel de riqueza en todo este área de Telemark.

Sin embargo, los continuos cambios en los procesos industriales y en los métodos para obtener esos fertilizantes contribuyeron a que, a partir de la década de 1960, la producción de salitre se desplazara hasta Heroya, también en Telemark, pero más al suroeste, junto a los fiordos de Frierfjiord y Gunnekleivfjord, en la desembocadura del río Porsgrunn.

Historia y patrimonio industrial de Rjukan

Vivir seis meses a oscuras

Más allá del atractivo industrial, del que te seguiré hablando más adelante, existe otro argumento de peso para visitar Rjukan. Este pueblo está rodeado por montañas muy altas y está enclavado en el valle de Vestfjord. Su curiosa localización hace que durante los meses de invierno toda la localidad se quede completamente a oscuras.

El pico Gaustatoppen, con sus 1.883 metros de altura, provoca tanta sombra que impide que lleguen los rayos de sol. Rjukan permanece en la penumbra varios meses al año. Esto ha dado lugar a varios intentos a lo largo de la historia para volver a tener luz.

La primera de ellas ocurrió hace casi un siglo, en 1928, cuando se construyó el teleférico Krossbanen. El objetivo era que, ya que el sol no llegaba hasta Rjukan, que al menos sus habitantes sí pudieran llegar al sol. Este teleférico asciende la montaña y cuenta con una placa que homenajea a estos mismos ciudadanos y que fue donada por la empresa Norsk Hydro.

Y es que, unos años antes, fue el propio Sam Eyde el que quiso construir un gran espejo que iluminara toda Rjukan durante los meses de oscuridad. Por desgracia, las limitaciones técnicas y tecnológicas del momento le impidieron hacer realidad esta idea.

Ya en el siglo XXI, en 2005, esta idea del gran espejo volvió a tomar fuerza. El artista local Martin Andersen retomó el proyecto y fue, finalmente en 2013 cuando inauguró un sistema basado en tres espejos o heliostatos situados en la montaña y que son controlados por un gran ordenador. La luz que reciben los espejos se dirige al pueblo de Rjukan, en concreto hacia la plaza central, donde hay situada una estatua de Sam Eyde (el fundador de este pueblo).

Historia y patrimonio industrial de Rjukan

Historia y patrimonio industrial de Rjukan

La relevancia histórica de Rjukan recuerdan en parte a la simbiosis de Innovación y tecnología en Trondheim, otra de las zonas en Noruega donde el desarrollo científico y económico ha jugado un papel importante.

De Historia y cultura de Trondheim puedes descubrir un poco más en nuestra web, Noruega Tours, así como de Gastronomía en Trondheim, de la que cabe destacar el marisco, la carne de reno y la de venado, algunos quesos azules y su gusto por potenciar los productos locales.

Volviendo a Rjukan, esta localidad y la próxima de Notodden, están declaradas como emplazamiento industrial Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Tal reconocimiento se debe al avance que supuso pasar del carbón a la energía hidroeléctrica a principios del siglo XX.

Rjukan – Notodden formaron parte de la Segunda revolución industrial en el norte de Europa. Todavía hoy en día se pueden observar líneas de ferrocarril, centrales eléctricas, túneles y otras infraestructuras que rememoran un pasado dorado en la región. Y es que, Rjukan no solo fue importante para la industria de los fertilizantes, pues también lo fue para el sector férreo, pues su sistema férreo ayudó a establecer consensos internacionales relacionados con el ferrocarril eléctrico. Con todo esto, si tienes dudas sobre qué ver en Noruega, el valle de Vestfjord debe ser un lugar irrenunciable. 

Ahora ya sabes por qué es tan conocida Rjukan. Una pequeña localidad que ha vivido a la sombra (literalmente) durante buena parte de la historia, pero que es protagonista indiscutible del desarrollo industrial del país. Si te apetece conocer más sobre este pueblo y la provincia de Telemark te invitamos a contactar con Noruega Tours, donde te ofreceremos viajes personalizados y adaptados totalmente a tus necesidades.