Noruega es una tierra llena de gracia con paisajes naturales alucinantes, mágicas leyendas mitológicas como la de los trolls noruegos o travesías de guerreros escandinavos. Por si fuera poco, su rentable economía garantiza una buena calidad de vida, por algo es una de las naciones con las tasas de desempleo más bajas.
Existe un lugar que ha llamado la atención de la ciencia, al punto de ser considerado el epicentro de la salvación del mundo. Se trata del Banco Mundial de Semillas archipiélago de Svalbard, en la isla de Spitsbergen (Svalbard Global Seed Vault, en inglés) también conocido como la “Bóveda Mundial de Semillas o la Cámara del fin del mundo” y aunque parezca el título de una película hollywoodiense, es realmente cierto.
Para que tengas una idea más clara, esta gran cámara subterránea alberga más de un millón de semillas procedentes de cultivos localizados en diversas partes del mundo con la intención de preservar la biodiversidad de estas especies y ser utilizadas como recursos genéticos para garantizar sus réplicas a futuro en caso de que los grandes bancos genéticos sean destruidos por catástrofes naturales o conflictos bélicos.
Pero, ¿qué tiene de especial Svalbard? No ha sido una decisión al azar, este archipiélago reúne un conjunto de criterios y condiciones que lo convierten en el lugar perfecto.
Estamos frente a una sólida montaña rocosa que se levanta 130 metros sobre el nivel del mar a unos 1.300 kilómetros hacia la región norte del Círculo Polar Ártico; esta privilegiada ubicación le confiere resistencia ante erupciones volcánicas, terremotos, daños radioactivos; incluso al cataclismo causado por bombas nucleares.
Quédate y te revelaremos las curiosidades más sorprendentes tras las puertas del banco mundial de semillas de Svalbard, lo que para muchos es considerado como el “Arca de Noé de las semillas” del siglo XXI.
Si te preguntas qué ver en Noruega, la lista de opciones es amplia, por eso se considera uno de los destinos turísticos más valorados. No obstante, a pesar de que el banco de semillas no está abierto al público, confirma el hecho de que Noruega es más que belleza natural, al punto de ser escogida como la tierra que promete la salvación de la alimentación global en caso de catástrofe mundial.
Ante este hecho, son muchas las curiosidades que giran en torno a la bóveda del fin del mundo y que están relacionadas con las intenciones de su creación, sus pronósticos a futuro y otros detalles que te revelaremos ahora mismo.
¿Cuál es su origen?
A pesar de que su inauguración tuvo lugar en febrero del año 2008, la construcción del banco de Svalbard se inició en el 2006 amparada por el Gobierno de Noruega junto a un gran equipo conformado por el Centro Nórdico de Recursos Genéticos y la Global Crop Diversity Trust, entidad sin fines de lucro que se enfocan en la conservación de los cultivos como fuente de alimentación global.
La intención principal es mantener a salvo la biodiversidad de los cultivos que podrían ser utilizados como única fuente de alimentación para la humanidad frente a grandes desastres que comprometan la supervivencia.
Sin embargo, muchos confunden su función con la de un banco genético del cual se pueden extraer muestras con fines investigativos, y no lo es. El propósito de esta cámara acorazada es servir como el principal centro de almacenamiento donde los diferentes bancos genéticos que hacen vida en el mundo, puedan enviar muestras de su especies y así poder conservarlas en caso de que sus propias instalaciones sufran atentados.
Esta es la razón por la cual la bóveda de semillas de Svalbard reúne millones de muestras de semillas y su cifra crece cada vez más, ofreciendo seguridad a la biodiversidad y tranquilidad para el futuro de la supervivencia.
¿Por qué es tan resistente?
La conservación de las semillas destinadas a solventar la alimentación global luego de una catástrofe, no podía ser tarea sencilla, por eso la estrategia puesta en marcha para levantar la gran bóveda de semillas no podía tener cabida a errores o fallos. Se necesitaba un lugar que fuera capaz de conferir resistencia a la arquitectura de la cámara, por tal motivo, el archipiélago rocoso de Svalbard dio en la clave.
La obra se adentra hacia el interior de la montaña unos 130 m por encima del nivel del mar formando tres grandes almacenes subterráneos fabricados en hormigón impermeable que alcanzan una extensión de unos 1.000 m². En su interior, se incorpora un sistema artificial de refrigeración capaz de alcanzar una temperatura de -18 °C.
Por si fuera poco, se encuentra recubierta por el permafrost, esta capa de suelo permanentemente congelada le otorga temperaturas de congelación natural constantes que alcanzan los -6 °C y que son indispensables en caso de un fallo eléctrico en las instalaciones.
Sin duda, sus características fueron pensadas minuciosamente a fin de hacerla resistente a las catástrofes más devastadoras.
¿El cambio climático afecta al banco mundial de semillas?
Es cierto que el cambio climático amenaza de forma contundente al mundo, y el Círculo Polar Ártico no escapa a esta realidad donde el deshielo es cada vez más inminente. Ahora bien, es necesario recordar que la construcción del banco mundial de semillas fue pensada para resistir a las más grandes catástrofes ambientales o a aquellas provocadas por el hombre; por tanto, el cambio climático y sus complicaciones también formaron parte de la lista de posibles amenazas.
Para evitar repercusiones en la seguridad de las reservas de semillas, tanto el túnel como las tres cámaras acorazadas se adentran en el macizo rocoso protegido por el permafrost, cuyas cualidades naturales otorgan una refrigeración innata que no se ve afectada aún en los casos donde algún desperfecto o falla eléctrica limite la refrigeración artificial.
¿Qué tipo de semillas se almacenan?
El banco mundial de semillas tiene la sorprendente capacidad para almacenar 4,5 millones de semillas provenientes de diferentes especies y hasta la fecha, la cifra supera el millón. Cada variedad tiene un aproximado de 500 semillas por lo que se han podido clasificar unas 5.832 especies de origen vegetal.
Era de esperar que las semillas que más predominan son las que dan origen al arroz, la cebada y el trigo, por ser alimentos de gran valor nutritivo; no obstante, diversos países del mundo donde hacen vida los bancos de germoplasma confían en la seguridad que la cámara de semillas representa para la preservación de sus cultivos, además de ser un servicio gratuito.
Entre la larga lista de semillas preservadas también se puede mencionar las de cacahuete, apio silvestre, berro, remolacha, albahaca, mostaza o perejil.
¿Se pueden hacer visitas al banco mundial de semillas?
Es cierto que todo aquel que desea visitar Noruega busca crear recuerdos inolvidables con sus paisajes y lugares idílicos; pero, el banco mundial de semillas resulta la excepción.
Aunque suene un poco decepcionante no poder estar frente a frente con la reserva más grande de semillas del mundo, esta decisión no es capricho de la comunidad Noruega sino que forma parte de los estrictos protocolos de seguridad que se implementaron dado el considerable aumento de semillas que alberga esta gran bóveda y que para muchos países representan un legado que no tiene precio de cara a proteger la alimentación global.
Claro está que fue necesaria la presencia de algunos medios de comunicación a fin de dar a conocer al mundo cuál era el propósito de la bóveda de semillas; no obstante, hasta la fecha la entrada a este recinto sólo es permitida para el personal debidamente autorizado y certificado.
¿La seguridad alimentaria global está en manos de Noruega? Los hechos apuntan a que el Banco Mundial de Semillas se alza como la póliza de seguros más fiable para los países, por algo se considera el Arca de Noé de las semillas. Podría decirse que era una idea típica de las películas de ciencia ficción, pero gracias a las bondades geográficas de Noruega, su ejecución fue posible.
Por supuesto, en un principio los detractores salieron a la luz con la intención de desestimar la idea, pero queda claro que desde el 2008 los resultados han sido favorables y hasta la fecha son 87 los depositantes en diferentes países del mundo que han enviado réplicas de sus semillas hasta estas instalaciones.
Dos testimonios contundentes que son aval de su principal propósito tuvieron lugar en el 2015; el primero de ellos ocurrió cuando el banco de germoplasma de Alepo perteneciente al Centro Internacional de Investigación Agrícola en Zonas Secas se vio afectado por la guerra civil de Siria y tuvieron que recurrir a las réplicas de sus semillas en la bóveda Noruega.
De igual forma el terremoto de Nepal devastó los cultivos de sus tierras por lo que fue necesario abrir las puertas del banco mundial de semillas para hacer uso de sus especies duplicadas.
Queda claro que el Banco Mundial de Semillas representa una de las mejores creaciones para salvaguardar el futuro de la humanidad y no sorprende que Noruega continúe siendo el epicentro de otras grandes invenciones.