Queremos aportar nuestro granito de arena y, en la medida de lo posible, fomentar el viajar a Noruega todo el año
A pesar de que suele ser una respuesta algo frustrante, es difícil recomendar una época del año o un destino para vuestro viaje a Noruega, ya que cada estación ofrece diferentes experiencias, al igual que cada región del país. ¡Porque viajar a Noruega todo el año es lo mejor!, aunque la temporada baja en Noruega suele ser mejor para los turistas que quieren ahorrar.
Precisamente por eso, pensamos en escribir este post. Para que tengáis un poco de información previa y toméis una decisión lo más acertada posible. También queremos haceros participes de muchos de los retos a los que se enfrentan algunas regiones de Noruega, para seguir fomentando la cultura Slow Travel entre los visitantes del país.
Una vez llega por concluida la temporada estival y hemos hablado con todos los que nos habéis elegido para contratar vuestro viaje a Noruega, nos ha alegrado ver que muchos de vosotros habéis apreciado sobremanera la belleza del país, y que también os habéis dado cuenta de la masificación existente en muchas zonas del interior, sobretodo en la llamada “Noruega de los fiordos”.
Desde hace algunos años, se viene discutiendo la posibilidad de aumentar la capacidad hotelera en Flåm, de cobrar una tasa a todos los visitantes para poder ayudar a financiar la instalación de más baños públicos y cubrir los costes de gestión de residuos y limpieza en un municipio que en conjunto suma apenas 1700 habitantes, pero que recibe cerca de un millón de visitantes cada año, un número que se espera siga aumentando.
Hace unos días, hablando con la familia que regenta una pequeña granja en una de las aldeas del fiordo de los sueños, nos comentaban lo preocupados que están a raíz de la masificación de la zona durante el verano.
Muchos de vosotros habéis subido al mirador Stegastein para deleitaros con las vistas del fiordo, y estamos seguros de que también os habéis dado cuenta de lo especial que resulta el hecho de que allí arriba, a pesar de ser uno de los puntos más visitados de la región, no hay kioscos, ni restaurantes, ni cafeterías, ni tiendas de souvenirs… solo naturaleza pura.
Hace unos días, hablando con la familia que regenta una pequeña granja en una de las aldeas del fiordo de los sueños, nos comentaban lo preocupados que están a raíz de la masificación de la zona durante el verano. Muchos de vosotros habéis subido al mirador Stegastein para deleitaros con las vistas del fiordo, y estamos seguros de que también os habéis dado cuenta de lo especial que resulta el hecho de que allí arriba, a pesar de ser uno de los puntos más visitados de la región, no hay kioscos, ni restaurantes, ni cafeterías, ni tiendas de souvenirs… solo naturaleza pura.
Por suerte, en las últimas elecciones municipales, el partido verde ha aumentado el número de votos lo que significa que, por el momento, estos planes no se llevarán a cabo, o por lo menos se pondrán todas las trabas posibles para que esto ocurra.
Después de muchos años de haber vivido con un respeto absoluto hacia la naturaleza, me doy cuenta cada vez que viajo de lo sucios que somos los turistas; tiramos papeles en cualquier sitio, dejamos basura allá donde vamos sin importarnos lo más mínimo.
Viajar a Noruega debería seguir siendo para poder maravillarnos con su naturaleza prístina, esa a la que no estamos acostumbrados en muchos otros países, de una limpieza y un cuidado del entorno del que todos deberíamos aprender, incluso los propios noruegos, y no sucumbir a la masificación que supondrá el fin de los paisajes y las experiencias que esperamos encontrar, y que son la motivación original del viaje.
Por eso queremos aportar nuestro granito de arena y, en la medida de lo posible, fomentar viajar fuera de temporada. Ya no solo por las razones que os comentamos arriba, sino porque visitar un destino fuera de su temporada alta, ayuda a conocer mejor el lugar, sus habitantes, el servicio ofrecido mejora considerablemente, al igual que los precios. Y la ventaja que tiene un país como Noruega, es que es bonita todo el año.
Ya lo ha dicho la National Geographic: “uno no conoce realmente los fiordos hasta que los ve en invierno”, y es que entre octubre y abril, los fiordos muestran una personalidad totalmente distinta a la que se puede ver durante el verano. Fiordos envueltos en niebla, montañas cubiertas de nieve … es una atmósfera mágica y silenciosa que no todo el mundo se atreve a disfrutar, por eso se llaman “la estación vikinga”.
Naturaleza, gastronomía y cultura también en Invierno y en temporada baja en Noruega
Si bien es cierto que los días son mucho más cortos que durante el verano, el clima invernal ofrece actividades para los visitantes más activos como esquí alpino o de travesía, pesca, excursiones en raquetas de nieve o safaris en RIB en el sur, y trineos de perros, avistamiento de ballenas o auroras boreales en el norte.
Simplemente ten en cuenta que, debido a las condiciones meteorológicas, algunas carreteras y puertos de montaña del sur se cierran a causa de las fuertes nevadas y vientos, por lo que si decides visitar la Noruega de los fiordos durante la estación vikinga, te recomendamos que lo hagas en transporte público.
El invierno es también la época para degustar manjares como langostas, vieiras o langostinos, ya que su calidad y sabor es superior en esta época del año que durante el verano, igual que el pescado fresco, y es más fácil encontrar muchas de las especialidades noruegas de navidad en los restaurantes.
Además, si te animas a viajar entre septiembre y noviembre, podrás disfrutar del paisaje cambiante que ofrece la vegetación noruega y sus tonalidades otoñales. Ir por carretera, o en tren por la geografía noruega durante esta época del año, te asegura vistas de ensueño, de esas que son difíciles de encontrar en el sur de Europa debido a que las estaciones intermedias prácticamente se han perdido, pero que en el norte vibran como en ninguna otra parte.
El ambiente veraniego muchas veces se alarga hasta octubre, pero la lluvia puede llegar a convertirse en nieve a principios de noviembre, pero lo que está asegurado son los colores rojizos y amarillentos de los campos de todo el país. Las montañas se ven especialmente bonitas, y es una época perfecta para el senderismo.
Además es la época de la cosecha, y puedes aprovechar tu paseo por la montaña para recoger bayas y setas.
Hay años que la primavera llega pronto a Noruega. A veces con temperaturas altas, pero para muchos noruegos la primavera no empieza hasta que han disfrutado de los últimos días de esquí en las montañas en Semana Santa. Mayo es el mes en el que Noruega florece.
La naturaleza despierta tras los largos meses de invierno, y la nieve que se derrite llena de vida las cascadas y los ríos.
En primavera podrás disfrutar del buen tiempo necesario para tomar unas cervezas en cualquier terraza, ver los fiordos florecer desde uno de los muchos cruceros por los fiordos de todo el país, probar un delicioso zumo de manzana 100% natural (eplemost) y sidras de elaboración local. Hasta los pájaros que volaron a tierras más cálidas en otoño vuelven a Noruega para criar.
Aunque no seas una persona particularmente activa, y disfrutes más con unas vacaciones contemplativas, hay motivos de sobra para que viajes a Noruega en otoño, en primavera e incluso, porqué no, en invierno. ¿Te animas a viajar a Noruega todo el año?