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Viajes Fiordos Noruegos

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La belleza de Noruega es indiscutible, en realidad la naturaleza ha sido bondadosa con estas tierras de ensueño cuyos paisajes parecen sacados de las postales.

Por eso, la lista de parajes idílicos es larga; sin embargo, los viajes fiordos Noruegos llevan la delantera si de destinos turísticos se trata. Y es que se han convertido en el paradero por excelencia de quienes buscan la tranquilidad de una naturaleza imponente más allá de la aurora boreal noruega o la adrenalina de las diferentes actividades que derivan de sus espacios indomables.

Pero, ¿cómo se formaron los fiordos Noruegos? Algunos lo consideran un error o falla de la geografía, pero lo cierto es que su origen data de la edad de hielo, cuando los glaciares provocaron la erosión de los valles montañosos dando paso a un golfo largo y profundo rodeado de altas montañas e inundado por el  mar una vez que los glaciares se retiraron.

Sus aguas son tranquilas, y a pesar de que Noruega se caracteriza por un clima frío predominante, los fiordos ofrecen la particularidad de que no se congelan gracias a la acción de las corrientes de aire que circulan durante todo el año, y debido al hecho de que tienen agua salada, no dulce. Esta cualidad los convierte en el paraíso perfecto para viajar a Noruega en cualquier época del año.

Geirangerfjord y Nærøyfjord, dos de los fiordos del Oeste noruego son referencia a nivel mundial; y desde el año 2005 están incluidos en la lista Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

No se podía esperar menos de una zona geográfica que muestra un encanto interminable donde los visitantes pueden disfrutar de las cascadas, del senderismo o hacer esquí en la nieve; sin duda, la dinámica de los fiordos es tan versátil que complace las expectativas de los aventureros más exigentes.

Si quieres crear recuerdos inolvidables en los fiordos de Noruega, pero no tienes claro en qué época del año será mejor embarcarse a esta aventura, no puedes dejar de leer este post, donde revelaremos todo lo que debes saber para que puedas visitar este paradisíaco lugar en cualquier temporada y sacarle el máximo provecho a tu viaje.

 

La riqueza natural que ofrecen los fiordos noruegos no declina ante ninguna época del año. Claro está, existen temporadas de gran auge turístico como el verano, pero los que van en busca del frío, también logran su cometido y aprovechan el invierno para subir en moto de nieve en Noruega. Otros prefieren los cálidos colores otoñales o la explosión de colores de la primavera.

Lo cierto es que en cada época los fiordos ofrecen algo especial que va más allá de un simple viaje vacacional a esta tierra cargada de historia, tradiciones, mágica cultura y belleza natural incomparable, por eso se define como el destino ideal para todo viajero, novato o profesional.

 

Viajes fiordos noruegos en primavera

La primavera en los fiordos de Noruega llega con los meses de marzo, abril y mayo, y a pesar de que aún hay quienes disfrutan de las últimas nevadas, la naturaleza se prepara para resplandecer.

Los fiordos se asoman a través del deshielo del invierno; no obstante, debes saber que el clima en esta zona geográfica es catalogado como impredecible; incluso los propios noruegos bromean con el hecho de que se pueden experimentar las 4 estaciones del año en un solo día. Por tanto, no está demás ir preparado para que las lluvias o nevadas repentinas no arruinen el paseo.

Recorrer los fiordos en primavera ofrece un itinerario muy variado, las cascadas se observan majestuosas e imponentes gracias al deshielo y las rutas de senderismo son las más pisadas por aquellos que desean apreciar el paisaje desde sorprendentes miradores como “El Púlpito”, una de las formaciones rocosas más famosas de la naturaleza noruega rodeado de las imponentes montañas del Lysefjord.

Pasear por las acogedoras aldeas también permite adentrarse en la cultura de los lugareños que trabajan sus tierras con el cultivo de frutas y productos de agricultura que les permiten establecer pequeños mercados de gran atractivo turístico.

 

Viajes a los fiordos noruegos en verano

En junio, julio y agosto el verano no deja de sorprender en los fiordos noruegos hasta el punto de ser una de las mejores épocas para disfrutar de su geografía, pues las temperaturas se vuelven más agradables de lo que uno podría pensar, pudiendo superar los 25°C con facilidad. Visitar Bergen, una hermosa ciudad consagrada como «la Puerta de los Fiordos» donde en temporada alta se percibe un mayor movimiento turístico.

Algunos prefieren hacer un viaje en coche conduciendo por el túnel más largo del mundo y conocer el fiordo de Aurland o pasear por el singular pueblo de Flåm. 

Los amantes de los deportes al aire libre conseguirán lo que buscan durante el verano de los fiordos noruegos. Rutas de senderismo guiada por expertos, planes para acampar, pescar o hacer ciclismo de montaña son algunas de las actividades más demandadas, sin dejar a un lado el clásico paseo en kayak por los fiordos que permite adentrarse en la naturaleza majestuosa. 

Otra de las tradiciones imperdibles de viajar a los fiordos noruegos en el verano, es admirar el sol de medianoche, donde pareciera ser que los días son interminables, cuando aún después de la medianoche, el sol permanece en el horizonte y su brillo resplandeciente alcanza pueblos, montañas y, por supuesto, los fiordos.

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Viajes a los fiordos noruegos en otoño

Muchos consideran el otoño de los fiordos noruegos algo pesado; y es que, entre septiembre, octubre y noviembre, las predicciones meteorológicas para estos meses apuntan hacia el descenso progresivo de las temperaturas como antesala al invierno y el aumento de las precipitaciones se hace evidente.

Sin embargo, el clima no resta atractivo a la belleza otoñal de los fiordos, sus montañas resplandecen con árboles pintados de naranja, rojo y amarillo por lo que el senderismo y las excursiones familiares son las actividades preferidas de la temporada.

Es preciso estar preparado ante las lluvias repentinas que pueden opacar los rayos de sol otoñal, por eso se aconseja vestirse en capas para poder adaptarse a los cambios de temperaturas e incluir prendas impermeables. La lana es uno de los textiles más usados en Noruega, pues protege de los cambios climáticos manteniendo la temperatura corporal estable; por tanto, es ideal para adultos y niños.

El otoño en los fiordos recibe con los brazos abiertos a los amantes de la adrenalina, por eso muchos apuestan por probar el ciclismo de montaña, el paracaidismo, el rafting, el trekking y versiones rápidas de kayak, aunque esta última actividad también es apropiada para hacer paseos más tranquilos por las aguas de los fiordos incluyendo a los más pequeños de la casa.

Recuerda que lo más recomendable antes de lanzarse a la aventura es contar con la guía y el acompañamiento de profesionales expertos en la geografía y la climatología de los fiordos.

 

Viajes a los fiordos noruegos en invierno

Desde diciembre hasta febrero, el invierno se posa sobre los fiordos noruegos, por tanto se considera la temporada baja para viajar a los fiordos.

Para muchos podría ser una una época no apta para visitas dada las bajas temperaturas; no obstante, el invierno en los fiordos resulta tolerable y, aunque haya menos horas de luz, es una luz tan especial que muchos fotógrafos aprovechan el invierno para visitar los fiordos noruegos y disfrutar de un paisaje, colores y tonalidades únicos.

Aunque suene difícil de creer, esta es una de las temporadas más apropiadas para viajar sin el auge masivo de turistas, por eso muchos aprovechan el invierno para una escapada tranquila y relajada; sin dejar a un lado el máximo provecho que se le puede sacar a Noruega y sus fiordos durante invierno.

Las montañas están cubiertas de nieve, así que aprovechar las actividades sobre el hermoso manto blanco es la atracción principal; por tanto, el esquí y los paseos en trineos de perros no pueden pasarse por alto, así como excursiones en raquetas de nieve. Además, es preciso recordar que los fiordos no se congelan, así que los paseos en kayak siguen estando vigentes, aún en invierno.

Otros apasionados de los paisajes invernales apuestan por el senderismo a orillas de los fiordos, los expertos aconsejan no adentrarse en lo profundo de las montañas, pues las nevadas pueden hacer intransitable el camino.

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La ropa de invierno no puede faltar en este viaje, se aconseja ir preparado para el descenso brusco de las temperaturas, sobre todo si de actividades al aire libre se trata.

En definitiva, los fiordos noruegos son increíbles en cualquier temporada del año; claro está, si quieres un viaje tranquilo y rentable, evita la temporada alta, pues es bien sabido que la llegada masiva de turistas tiende a incrementar los precios. Además, deberás reservar con muchos meses de antelación para poder alojarte en según qué sitios. 

¿Y tú, ya escogiste la temporada para visitar los fiordos noruegos?